Anoche soñé contigo, nos encontrábamos casualmente en una reunión, tenias un niño en brazos, estabas casada y te veías preocupada, al verme tu cara empeoro, abrazaste a tu hijo y saliste corriendo al otro lado del salón, era en algún edificio de la Condesa o la Roma, ya viejo con escaleras angostas y pintura carcomida por el tiempo, no había mucho espacio, ni mucha gente así que nos topábamos o cruzábamos miradas, era inevitable. Al principio las miradas eran de reproche, de enojo, rabia y odio, conforme fue pasando el tiempo las miradas se fueron convirtiendo en ojos tristes, anhelos, recuerdos y deseos. Yo me sentía mal, me sentía mal por hacerte sentir mal, después de unas horas te pedí te sentaras junto a mi y aclaráramos todo, volteaste con la cara llena de lagrimas y me pediste que habláramos otro día, insistí. Salimos a las escaleras, el espacio era algo pequeño, olía a humedad, no pude decir nada, las dos nos pedimos perdón y terminamos llorando abrazadas. Ahí desperté, asustada por lo que había sentido, con lagrimas en los ojos y el cuerpo temblando. Por que es cierto que no fuiste mi mejor amiga y que fue poco el tiempo que estuvimos juntas, pero hoy me di cuenta que te extraño aun con tus modos y mal genio. Tal vez jamás lo sepas, tal vez sigas pensando que fui una mala amiga…mi único error fue alejarme..mi único error fue enamorarme….